“De lo musical al escándalo”

La televisión en su objetivo primordial por llevar entretenimiento a los espectadores, ha cruzado y abierto puertas importantes al transmitir una ola de programas con contenidos diversos y que sin duda alguna han revolucionado con el paso del tiempo insertando en el consumidor criterios cada vez más críticos y exigentes por la innovación en las barras programáticas. 

Los programas musicales han sufrido una serie de permutaciones desde los inicios de TV, primero mostrando un formato donde el cantante hacia su aparición en vivo y reformando constantemente para poder llegar a lo que conocemos hoy como los programas musicales que vemos en canales como Telehit, MTV, Ritmo Son Latino y entre otros sin aludir un genero especifico.

Tomando como referencia programas actuales el contenido que suele protagonizar es la aparición de un conductor o un grupo de conductores en un contexto ambientado de acuerdo al género musical y que al mismo tiempo sirve como medio de difusión para noticias peculiares e interesantes a la audiencia.

Hay una cantidad enorme en una lista en los últimos años de programas musicales, por tomar como referencia a las televisoras más conocidas en México, está el programa Los 10 Primeros en Televisa, que pretende trasmitir la música pop del momento pero cayendo siempre en el protagonismo de los extrovertidos conductores, encabezado por Omar Chaparro. En cambio TV Azteca trasmite Top Ten Con Fer Gay que a pesar de tener ya 10 años al aire, se envicia en el ciclo de un show en vivo donde el plato fuerte es la sensualidad de las conductoras y el escándalo del momento.

Tampoco se puede exigir a este tipo de programas que no tienen otro fin que presentar la canción más reciente de un artista, un formato sorprendente y distinto, pero lo que sí se puede criticar es la idea de trasmitir al aire programas como El Show de Oscar Burgos por Telehit o Pata de Perro por Ritmoson Latino, que a pesar de tener audiencia son con un formato cero creativo y a un público que solo busca reírse de los conductores.

En general la música pasa a un segundo plano como un espacio para las noticias de relevancia a trasmitir y deja como controversia solo el escándalo que caracteriza a los intérpretes de dichas canciones.  

Esthy León Díaz