2012.
El año apocalíptico.
¿Apocaliptico? Sí, pero no precisamente por las profecías mayas o porque
el mundo se vaya a acabar.
O tal vez el mundo, tal y como lo conocemos, si vaya a acabar.
2012 es el año de tener nuevas elecciones presidenciales.
Y es algo, fácil de
reconocer. Todos estamos envueltos (queramos o no) en el proceso.
Desde las elecciones preliminares dentro de cada uno de los partidos
hasta el día de hoy, a un mes de elegir a nuestro nuevo dirigente.
Pero, ¿qué significan o qué suponen estas nuevas elecciones?
Este 2012 el mundo
cambió. El proceso electoral
pareciera otro.
El gobierno y los partidos,
dicen, se enfrentan a una de las generaciones mejor informadas. Palabra clave.
“Dicen.”
Este año las redes sociales tomaron el papel protagónico, (según
nuestras configuraciones mentales como universitarios)
Las redes sociales tomaron el Internet, las elecciones, las
universidades , las calles.
México jamás se había enfrentado a una Revolución de este tipo. Sí, me
atrevo a llamarle Revolución.
Las elecciones son una movimiento mediático. No vivimos más que eso. Nos movemos dentro de los parámetros
establecidos por los medios y los intereses de las élites de poder de nuestro
país y del mundo.
El IFE, el dupolio televisivo de nuestro país inclusive los mismos
candidatos nos han sobre-expuesto a una batalla mediática que parece no tener
fin.
Cada 5 minutos un spot en radio, un spot en televisión.Carteles, lonas, fotografías por toda la ciudad.
En este análisis no pretendo ni siquiera abordar los tiempos otorgados a
cada candidato o cada partido, creo esas son batallas ya perdidas, desde hace
mucho tiempo frente a estos gigantes de la comunicación en el país. Nosotros
tenemos otras armas. No os preocupeis.
Que si labiales, estufas, despensas o dinero. Todo vale, todo cuenta.
Bien dicen que en el amor y en la guerra todo se vale. Y al parecer, así es la
política.
La guerra se hace por el indiscutible amor al poder y al dinero, de
parte de los integrantes del círculo vicioso que envenena al mundo. Un círculo
formado por el gobierno, los medios y por último , y aquí sí aplica, menos
importante, la gente.
La gente sub-informada, la gente que se cree todo, ingenua e inocente.
La gente conformista y resignada. Que para "mala suerte" no son #
132.
Son parte del 70 % en nuestro país que no tiene acceso al internet.
Cifras fuertes.
Al principio hablé de una revolución. Y lo sostengo. Si bien esta
revolución de redes sociales,jamás antes dada en nuestro país, ( pero si en
otros) es de las minorías de México, digamos..alrededor del 20 % de la
población?
Entonces, por qué molestarnos en llamarle revolución?
Revolución por definición es el cambio o transformación radical y
profunda respecto al pasado inmediato.
Cambio. Transformación. Profunda. (Ojo, no siempre el cambio es bueno o
correcto)
Revolucionarios nuestros tiempos porque nos estamos atreviendo.
Nos estamos atreviendo a decir, a hacer, a pensar.
Pero, el problema recae en qué,
estamos pensando como otras personas. Como nuestros líderes, nuestros
maestros, nuestros papás o nuestros amigos.
Creemos que hacemos lo importante para nosotros.
Creo que este año de procesos electorales en vez de preguntarnos qué papel tienen los
medios, los partidos, los amigos
politicos de los candidatos, sus compromisos,sus mentiras o verdades,
en estos comicios electorales la pregunta debería ser ¿Estamos pensando
por nosotros mismos? O nos estamos moviendo dentro de los límites y parametros
establecidos por los mismos “pensantes” “luchadores y defensores de la
libertad de expresión?”
Lo que publico en mi facebook o en mi twitter es por qué…?
La revolución empieza con conciencia. Y si el gobierno, ni los medios,
ni la escuela te la da, empieza a buscarla dentro de ti.
Debemos deshacernos de paradigmas, de juicios, aquí no hay tontos, aquí
todos somos seres humanos y sobre todo,somos seres politicos. Todos tenemos diferentes sentidos de
justicia y de bienestar humano.
Todos tenemos cabida.
En la palabra conciencia entran todos. En la palabra revolución también.