Viendo un episodio de la serie America’s Next Top Model , uno de los pocos episodios donde se involucran modelos del sexo masculino , noté que siempre hay una sensualidad que roza lo sexual. Podemos ver numerosas escenas que podríamos considerar pornografía softcore. La dirección de arte en las sesiones fotográficas de la serie coloca siempre al hombre como el “dominado” , en éste programa, cuyo mercado objetivo son las mujeres, el hombre se coloca como subordinado, al contrario de lo que vemos en la mayoría de los medios , donde la mujer es el objeto a poseer y no a desear.
Sesiones fotográficas donde la mujer es la que domina la relación laboral, sensual y sexual.
Es curioso observar los programas televisivos dirigidos a mujeres, desde novelas hasta realitys como ANTM. En todos podemos observar patrones de la pornografía softcore. ¿ El porno softcore es la pornografía para mujeres?
Cabe recordar que la pornografía softcore es aquella que no muestra el coito per se, a diferencia de la pornografía a la que todos estamos acostumbrados tiene como objetivo final mostrar lo sexual en un entorno sensual. Caricias, besos, intimidad.
Regreso a la pregunta. ¿La pornografía softcore es especial y exclusiva de las mujeres? ¿ Por qué las mujeres estamos de acuerdo con este tipo de imágenes, pero satanizamos o dejamos de lado la pornografía regular ? ¿Qué es lo que configura nuestro sentir, como hombres y como mujeres?
La pornografía softcore es algo cotidiano, son situaciones diarias que conllevan cierto grado de intimidad. Está en todos nuestros programas. En la novela de las 8. En la serie del prime time ¿ Intimidad es la palabra clave para las mujeres?
¿Lo familiar despierta nuestro sentir? ¿Seguridad, discreción y complicidad son cualidades que una mujer busca en un hombre ( o en una escena) para poder dar un paso más allá?
Ver y comparar la programación donde se incluyen escenas de pornografía softcore , ver películas pornográficas, hechas por y para hombres, nos lleva a una revisión crítica de la sexualidad propia. La pornografía no sólo muestra un concepto de sexualidad específico, sino que termina constituyendo la experiencia sexual.
Debemos empezar a preguntarnos qué es lo que sentimos al ver dichas escenas, preguntarnos qué nos dicen los besos, qué nos dicen las palabras, incluso qué nos dicen un par de piernas.
Para mí todo termina en el análisis profundo , como hombres y mujeres, al preguntarnos ¿Por qué besamos como besamos? ¿ Por qué deseamos lo que deseamos? ¿De dónde proviene el deseo y cómo lo configuramos?
¿ Viene de nuestra mente y nuestro propio erotismo o viene de una idea prefabricada de la industria de la televisión, del cine y la literatura, de nuestra historia política y social?
Sólo haciéndonos estas preguntas, sintiendo más y pensando menos, podremos saber si la configuración del deseo es algo con lo que nacemos o es algo que aprendemos.
ME ENCANTA!.. como fue que llegaste a un punto donde no muchos lo ven de esa manera, y como lo vemos en clase de Martín, queda claro que nos dejamos llevar por la televisión y por lo que nos muestran... no somos mas que un simple retrato de todo eso.
ResponderEliminarEstaba escuchando la ultima parte el día que leíste tu análisis, y me quede con la frase de "Una idea prefabricada de la industria de la Televisión", y es que en realidad surge la duda si somos un simple espejismo de lo que nos muestran, y la forma en que manejaste la serie de preguntas, ¿por que besamos como besamos?, etc... me parece una parte de el tema que le da un toque aun mas atractivo.
ResponderEliminarInteresante trabajo. yo diría que lo siguiente es profundizar en las diversas interpretaciones que existen con respecto a cada uno de los conceptos abordados, la historia de los mismos es el rastro de las transformaciones sociales que tienen lugar en la vida cotidiana. No está demás rescatar lo que dicen algunos autores al respecto.
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