“La
Televisión Mexicana, la vocación de entretener.”
De Chabelo y
Chiquilladas al mundo de las caricaturas.
Esthy León
Díaz
La
televisión mexicana desde sus inicios empezó con el objetivo de llevar
entretenimiento a toda la familia desde las amas de casa, los padres que
regresaban cansados de un día de trabajo, los abuelos y a los niños.
Los
niños han sido sin duda un público fiel en la TV mexicana y que a través del
tiempo en el que se fueron inmiscuyendo en el mundo televisivo han exigido un
material cada vez con mayor grado de con innovación y calidad.
El
recorrido que nos muestra la televisión dirigida al público infantil, se basa
principalmente en la comedia, en la década de los 50´s se pretende plantar la
semilla en los niños de la rebelión juvenil, disminuyendo las ansias de querer
crecer tan rápidamente y que los impulsaban a imitar a los adultos, provocando
así una etapa juvenil en el país.
Con
esta atribución la televisión mostro un sinfín de programas dirigidos a los
infantes con un humor siempre blanco e inocente como Chabelo y Chiquilladas
que estos provocaban en los niños un efecto de ser tomados en cuenta, pero
sobre todo que los impulsaban a motivarse por cumplir sus metas ya que los
programas eran conducidos solo por niños tal es el caso de Chiquilladas o un adulto que se caracteriza como un niño y que aun
sigue presente hasta las fechas, pero que no rompía con el esquema y este es el
caso de Chabelo.
Así
el ritmo de la televisión dirigida al público menor del hogar o sea los niños,
aumento su producción y contenido en los programas infantiles y con el objetivo
de mostrar algo que dejara mayor enseñanza a los niños, llegaron a México
producciones adaptadas de otros países como Plaza
Sésamo, que pretendía transmitir conocimiento y más tarde Televisa, se dio a la tarea de producir Odisea Burbuja, que manejaba conceptos
científicos en un contexto musical y divertido.
En
1956 llegan una avalancha de series norteamericanas que jugaban con nuevos
valores jamás visto en la TV mexicana, relacionados con la comedia y la
violencia, tal es el caso de la famosa serie animada Tom y Jerry y es que ha
sido tal su éxito que aún persiste en la actualidad. Esta serie fue un parte
aguas para la introducción de nuevos materiales de producción televisiva y que
cada vez daban una impresión menos inocente.
El
recorrido que la TV aborda y que ha quedado guardado en el vejo baúl de los
recuerdos, nos hace trasladarnos a la época en que llegan las telenovelas
infantiles, mismas que mostraban aventuras, sueños y fantasías hechas realidad
de grupos de niños, la mayoría fomentando los valores como la amistad, el
respeto, tolerancia, entre muchos otros.
Actualmente
la barra programática televisiva es muy escasa en telenovelas infantiles, pero
es un gran paraíso de variedad en la programación, como las series norteamericanas
que suplen los objetivos que caracterizaban a Plaza Sésamo y Odisea
Burbuja. Por mencionar algunas como Go Diego Go, Dora la Exploradora, Las
Pistas de Blue, entre muchos otros.
O
series extranjeras que se han filtrado en la TV mexicana para introducir una
nueva visión y hacer un público infantil con mayor inteligencia y capacidad
para captar nuevas técnicas y trucos de hacer comedia, tal es el formato de Los Padrinos Mágicos, I Carly, Hannah Montana, y varios más.
Sin
duda alguna la evolución que ha sufrido la programación dirigida al público
infantil, ha sido evidentemente muy extremista, de vivir en una época donde
todo lo que se consumía era un humor muy inocente como las aventuras de El Chapulín Colorado o los juegos en la
vecindad de EL Chavo del 8, a presenciar hoy en día series y caricaturas
que muestran una realidad completamente distinta, convirtiendo a la violencia
en algo cotidiano y divertido.
Actualmente
en una de las televisoras con mayor peso en el país puesto que se atribuye a Televisa, la barra programática infantil
en su canal principal El Canal de las
Estrellas, ha desaparecido casi por completo, llevando la programación
infantil a Canal 5, y dejando en el canal de las estrellas solamente Chabelo y hoy en día el reality show
dirigido a los niños Pequeños Gigantes.
Concluyo
con la idea de que ha sido el público infantil el que se ha encargado de exigir
cada vez mejor programación y conforme a el transcurso de los años los
programas que eran de un humor muy blanco e inocente se han modificado
drásticamente.
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