viernes, 1 de junio de 2012

Y para este verano, la credibilidad le sienta a cualquier tono.


Las tendencias de este año, fácilmente se pueden dividir en dos, y no me refiero precisamente a las que surgen durante las temporadas primavera-verano y otoño-invierno, sino a las corrientes que de repente siguen los famosos, que nos llegan, nos seducen y nos terminan uniendo a ellas, ya sea por voluntad propia y deseos de conocer y efectuar un cambio o por la necesidad de seguir a los demás; me refiero a la política y a la ecología; que en estos días –me atrevería a decir- que su esencia es como 70%-80% mediática, lucrativa y “de moda”, quizá el resto conserve su objetivo… es difícil saberlo, pues en estos tiempos es mal visto también no saber algo al respecto: todos saben al menos algo básico sobre las próximas elecciones y el calentamiento global pero, ¿la información poseída es realmente fidedigna? ¿Será confiable y cierta? Algo difícil de confirmar o negar, ¿de dónde proviene esta información? Si están de acuerdo, lo primero que se piensa es la televisión, tal vez porque la vemos como el medio más inmediato, cerca y disponible.

De acuerdo con el INEGI, en diciembre del 2010, un 13.2% del total de los hogares del país cuenta con televisión digital mientras que el 81.5% cuenta con televisión análoga. Es de esperarse pues, que todo lo transmitido sea recibido y acogido por tanta gente. El alcance es descomunal.
“NO satanices a los medios, dijeron.
NO es el punto de tu carrera, dijeron.”

Y así es, no hay necesidad de satanizar tanto a los medios, tomar en cuenta quienes están detrás debemos, no ser ingenuos tampoco, abrir nuestra mente a otras ideas y sobre todo, no seguir a la borregada a favor o la borregada en contra, sino que lo primordial sea la seguridad en nuestras ideas y fundamentos.

         Durante esta última temporada, hemos sido bombardeados por todos lados con publicidad política, hemos presenciado la evolución de las campañas, las peleas, los movimientos y el intento de guerra sucia entre los candidatos, y aunque lo que veamos es por lo general un solo punto, algo fuera de contexto o algo manipulado y ya seleccionado para causar determinado efecto, lo que resta es mantenernos firmes y defender la perspectiva propia, ser objetivos y no dejarnos engañar por cuanto spot carísimo nos aparezca entre corte y corte comercial.

Forjemos criterio y opinión porque es necesario, no porque esté de moda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario