viernes, 1 de junio de 2012

¿Dosis de realidad o morbosidad?

Las telenovelas, ciertamente han seguido un patrón muy similar entre ellas, tal y como la típica muchacha humilde que emigra y conoce al muchacho guapo y adinerado, y como es costumbre; se casa con él. 
Dentro del mundo de las telenovelas, es necesario mencionar y tomar en cuenta a estas otras telenovelas/series que nos acompañan durante la hora de la comida: La Rosa de Guadalupe y Como dice el dicho, de Televisa. Donde es posible apreciar el cambio de drama al que estamos acostumbrados con su propuesta y sus episodios, mostrando día a día casos que en ocasiones parecerían mera ficción, cuando no son más que crudos situaciones -en mi opinión- no apropiados para el horario familiar que manejan; pues llegan a abordar temas algo polémicos o que todavía se considera tabú: casos de acosos, violaciones, venganzas, odio y desprecio, donde las víctimas sufren de autoestima baja o  son justicieros de closet acallados por el miedo a represalias. 


¿Cuál es el objetivo de mostrar tal crudeza a tal horario y con tal audiencia?



                Si se trata de concientizar a la población sobre el tipo de situaciones que son posibles considerar como crímenes, o si es con el propósito de identificar abusos; no considero que sea la manera. Se entiende que la sociedad debiera avanzar y abrirse a la aceptación o al menos abrirse al conocimiento -en cuanto a tabúes me refiero- como el caso de la sexualidad, ya sean dudas, orientación e interés por conocer. Sin embargo, estas series/telenovelas parecen haber encontrado tema predilecto, al abordar de forma cruda, directa y con drama dichos temas, que si no terminan por fortalecer, pueden alarmar a la sociedad o bien; entretenerla de esta forma "tan divertida", ahora ¿qué tipo de televidente tiene la intención de sentarse a ver específicamente esta programación? Yo, no. ¿Y tú?


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